El Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) viene trabajando desde hace años en la tecnología de impresión 3D cerámica, tanto en líneas propias como en colaboración con otros organismos, resaltando, por ejemplo, la colaboración de años anteriores con la Universidad de Harvard en el proyecto Ceramic Morphologies.
Actualmente, un equipo de investigación del ITC se encuentra inmerso en el desarrollo del proyecto “3D RestaurAM: Implementación de tecnologías de fabricación aditiva (Additive manufacturing) o impresión 3D a la promoción y restauración del patrimonio valenciano” y cuenta con la colaboración del Area Expressió Gràfica Arquitectònica de la Universitat Jaume I, con el objetivo de ofrecer una solución global a la restauración de piezas únicas de gran riqueza patrimonial y cultural que incluye técnicas de escaneado, modelado y fabricación de prototipos. Un aspecto prioritario del proyecto se centra en la investigación y desarrollo de materiales cerámicos y/o inorgánicos para la implementación de las diferentes técnicas de fabricación aditiva que se van a estudiar.
La Doctora María Pilar Gómez, investigadora principal de este proyecto en el ITC, explica: “la Comunidad Valenciana cuenta con una gran variedad de elementos histórico-artísticos, tanto arquitectónicos como esculturales. Durante los últimos años se ha realizado un gran esfuerzo de puesta en valor, registro y preservación del patrimonio arquitectónico valenciano. Sin embargo, el número de actuaciones se ha visto limitado por el coste asociado a materiales y mano de obra cualificada”.
Añade, que cuando se planteó este proyecto, que se llevará a cabo gracias al apoyo del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) a través de los Fondos europeos FEDER de Desarrollo Regional, se pensó en la transferencia, adaptación y aplicación de las nuevas tecnologías de fabricación a este sector lo que puede suponer un gran avance en la promoción y restauración del patrimonio valenciano. Esto es debido a que las nuevas tecnologías de fabricación aditiva permiten una gran flexibilidad en la fabricación de piezas únicas, lo cual las hace especialmente atractivas en la aplicación en este sector, donde se realizan actuaciones sobre piezas únicas y, por tanto, con un alto coste económico.
Aun así, desde el ITC reconocen que las técnicas actuales de impresión 3D resuelven parcialmente las necesidades detectadas cuando se pretenden realizar piezas de naturaleza cerámica, de elevada resistencia mecánica, o piezas de gran tamaño con geometrías complejas.